Como expertos en los procesos de formación que somos los pedagogos/as, uno de los primeros pasos que debemos realizar a la hora de realizar un proyecto de formación es, primeramente detectar las necesidades formativas lo cual veremos más adelante, para romper con esa brecha que existe entre lo deseado y lo real. Pero hoy nos basaremos en ver los tipos de modalidades mediante los cuales ofrecer nuestra formación, esto es de vital importancia, puesto que demos escoger aquella modalidad que mejor nos permita cumplir con nuestros objetivos, que nos permita llegar a todos los empleados y que rentabilice la formación. Si nos ponemos en el caso que en la empresa que vamos a impartir la formación tiene distintas cedes a lo largo de la península, será mucho mejor ofrecer una formación online; personalmente creo que para que la formación online sea efectiva es necesario tener una cercanía con la persona que tenemos delante, ya hablaremos más adelante de los requisitos que esta ha de tener para ofrecer la calidad necesaria, pero además cuando sea posible tener un contacto presencial que nos ayude a ponernos caras, a tener una cercanía y a "enganchar" al alumnado, la formación online o a distancia puede caer en la frialdad y en la desmotivación; por tanto si eliges esta opción no te olvides de hacerla atractiva y mantener el contacto aunque sea mediante una pantalla 😉.
Referencias:
Sladogna, M. G. (2003). ¿ la empresa como espacio formativo?: repensar la formación para y en el trabajo. CINTERFOR/OIT.
Colomo-Palacios, R., & Casado-Lumbreras, C. (2006). Mentoring & coaching: It perspective.
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